PROLOGO
Pese a que la palabra escrita ha sido fundacional en lo que conocemos como civilización, y una inminente exigencia para difundir y expandir los aportes humanísticos provenientes de la ciencia y el arte; nos hemos mantenido indiferentes a reconocerla como una de las maravillas del universo; una maravilla dinámica, luminosa, orgánica, transformadora y hacedora de esos caminos por los que el conocimiento transita para fortalecer esto que hemos dado en llamar enciclopedia, acerbo, abstracción, pensamiento; porque, aceptémoslo, sin la palabra escrita, las portentosas ideas se perderían... para siempre.
Por ello, la escritora Lucía Giaquinto ideó sus Encuentros Internacionales de Arte y Poesía; para convertir a su Victoria natal (Entre Ríos, Argentina) en una tribuna desde donde los escritores, principalmente, convirtieran en sonido sus creaciones líricas, narrativas, ensayísticas e historiográficas; para permitir a una audiencia heterogénea permearse del pensamiento de los creadores de otras partes del mundo y para hermanar a la sociedad artística contemporánea.
Pero el tiempo es un tirano en las actividades del arte y el espíritu, y aquellas exposiciones necesariamente van diluyéndose en la memoria de quienes las presenciaron hasta perderse para siempre, a no ser por la palabra escrita que viene a rescatar el discurso y a transformarlo en emociones, ritmos, imágenes, melodías y la reminiscente poética de aquella actividad... otra vez, para siempre.
Esto significa el presente esfuerzo editorial, un libro con vocación de infinitud para que los participantes del V Encuentro Internacional de Arte y Poesía 2007 permanezcan vigentes en el conocimiento de personas como usted, inalcanzable a veces, pero hoy presente en el gran evento de la palabra escrita que nos encuentra y hermana.
Julio Díaz-Escamilla
Pese a que la palabra escrita ha sido fundacional en lo que conocemos como civilización, y una inminente exigencia para difundir y expandir los aportes humanísticos provenientes de la ciencia y el arte; nos hemos mantenido indiferentes a reconocerla como una de las maravillas del universo; una maravilla dinámica, luminosa, orgánica, transformadora y hacedora de esos caminos por los que el conocimiento transita para fortalecer esto que hemos dado en llamar enciclopedia, acerbo, abstracción, pensamiento; porque, aceptémoslo, sin la palabra escrita, las portentosas ideas se perderían... para siempre.
Por ello, la escritora Lucía Giaquinto ideó sus Encuentros Internacionales de Arte y Poesía; para convertir a su Victoria natal (Entre Ríos, Argentina) en una tribuna desde donde los escritores, principalmente, convirtieran en sonido sus creaciones líricas, narrativas, ensayísticas e historiográficas; para permitir a una audiencia heterogénea permearse del pensamiento de los creadores de otras partes del mundo y para hermanar a la sociedad artística contemporánea.
Pero el tiempo es un tirano en las actividades del arte y el espíritu, y aquellas exposiciones necesariamente van diluyéndose en la memoria de quienes las presenciaron hasta perderse para siempre, a no ser por la palabra escrita que viene a rescatar el discurso y a transformarlo en emociones, ritmos, imágenes, melodías y la reminiscente poética de aquella actividad... otra vez, para siempre.
Esto significa el presente esfuerzo editorial, un libro con vocación de infinitud para que los participantes del V Encuentro Internacional de Arte y Poesía 2007 permanezcan vigentes en el conocimiento de personas como usted, inalcanzable a veces, pero hoy presente en el gran evento de la palabra escrita que nos encuentra y hermana.
Julio Díaz-Escamilla
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